La Mòla de Salardú está situada en el lado izquierdo del Garona, un pequeño edificio con las aberturas a mediodía (puerta lateral y ventana en el primer piso y «lucana» en el piso superior) y con tejado a cuatro vertientes. Las esquinas fueron trabadas con bloques de piedra escuadrado. La pecera nutría un canal bastante ancho, bien definido por grandes cantos rodados, que es de recorrido corto y atraviesa el molino en sentido oblicuo. Este molino era de tres muelas según evidencian sendas compuertas que conservan los cortantes. Al otro lado, el agua salía hacia el Garona por un gran arco dovelado. El interior de la muela conserva la vieja maquinaria con sus utensilios.

La existencia de molinos es documentada de antiguo en el año 1273 la villa de Salardú vendió «carratge por mola y por agua quien se llama Humola a la cabeza de la cosa que se llama Pont Vilader al estreno del varat sortiano». Entre los habitantes de Salardú hay mención de dos apellidos Fabri (1313). En el siglo XVIII consta que el molino de Salardú era de propiedad particular, y que también había aserradero. En el siglo XIX se incorporó un moderno «resecvo» cerca del Lauader con 20 HP de potencia, hoy prácticamente desaparecidos. Pertenecía al común de Salardú. Es tradición que acudían los vecinos de Tredòs, Gessa, Bagergue e incluso Montgarri.