Este es sin lugar a dudas uno de los principales estandartes de la arquitectura románica aranesa. El edificio presenta planta basilical de tres naves, encabezadas originariamente por tres ábsides, de los que hoy en día sólo se conservan los laterales. La nave central presenta bóveda de cañón que, debido a patologías estructurales, sufría un proceso de abertura de la bóveda que aún se evidencia en los desplomes de las pilastras. Una intervención efectuada el año 1999 solventó estas disfunciones.

Conserva dos portadas de acceso, una en el muro de mediodía y la otra mirando a norte. La portada que se abre a la fachada norte, exenta de tímpano, presenta seis arcos de medio punto adovelados en degradación, con motivos decorativos como el ajedrezado y los botones semiesféricos. La puerta que abre a sur, que comunica con el cementerio, está configurada a partir de tres arcos de medio punto en degradación.